El balón medicinal y el balón de lanzamiento se usan cada vez más en todo tipo de deporte por la gran variedad de ejercicios que se pueden hacer para desarrollar fuerza y ganar resistencia. No obstante, a pesar de ambos ser balones y posiblemente encontrarlos en tu gimnasio o box, debes tener en cuenta que NO son iguales. El material del que están hechos y el objetivo a alcanzar condicionan el ejercicio y el tipo de balón que deberías usar.
En nuestra experiencia, hemos visto a muchos atletas entusiastas e incluso profesionales que le dan el mismo uso a cada balón. Te dejamos en esta entrada las principales diferencias para que le saques el máximo provecho a tus implementos y ejercicios
El balón medicinal debe usarse para ejercicios de fortalecimiento y activación del core
Estos ejercicios son aquellos en los que el balón no es azotado contra ninguna superficie. En este caso es indispensable que el balón sea fácil de agarrar, por lo que su tamaño y textura están diseñados para ejercicios de movimiento que trabajan toda la región abdominal y parte baja de la espalda.
En nuestros balones hemos puesto a prueba nuestra tecnología Nygriptech para evitar que el balón se deslice con la sudoración y generar en nuestros deportistas un mejor agarre.
Ejercicios con balón medicinal:
- Sentadillas
Consiste en realizar una sentadilla sujetando el balón con los brazos completamente estirados, esto añadirá un peso extra a tu cuerpo que exigirá a tus piernas un mayor esfuerzo en cada movimiento.
- Abdomen
No existe una zona más ideal para trabajar con este balón. Existe gran variedad de ejercicios que puedes realizar para esto, uno de ellos consiste en sentarse con las piernas semiflexionadas delante de tu torso. Sujeta el balón medicinal con los brazos extendidos enfrente de tu cabeza y gira el tronco de forma alterna de un lado al otro. Recuerda hacer este movimiento a una velocidad controlada.
Puedes aumentar o reducir la dificultad aumentando o disminuyendo el peso del balón medicinal.
- Flexiones de pecho:
Este ejercicio consiste en hacer las clásicas flexiones apoyando uno de los brazos sobre el balón medicinal. Al momento de tener los brazos completamente estirados, empuja el balón hacía el brazo contrario y repite el movimiento con el brazo de apoyo intercambiado.
Al usar el balón en las flexiones aumentas la dificultad al aguantar el peso de tu cuerpo más tiempo (mientras se cambia el balón de brazo) y además, al situar los brazos a distintas alturas y en desequilibrio la parte de empuje será más dura.
- Wall Ball Shot
Para este ejercicio debes hacer una sentadilla profunda (romper paralelo o 90 grados) con el balón situado en frente de tu cabeza. Una vez que estés en la parte más profunda de la sentadilla debes levantarte con un movimiento explosivo al mismo tiempo que lanzas el balón hacia arriba. Cuando el balón baje recíbelo con tus brazos y amortigua el movimiento bajando de nuevo en posición de sentadillas (el balón no debe tocar el piso). Alternativamente este movimiento se puede hacer con un salto en el momento de lanzar el balón.
El balón de lanzamiento: ideal para ejercicios de explosividad
Este tipo de balón es diseñado a base de poliuretano inyectado, relleno de arena sintética y textura tyre (sensación de llanta) que evita deslizamientos por sudoración. Este balón es perfecto para trabajar en superficies inestables.
Algunos ejercicios ideales para este balón son:
- Lanzamiento lateral
En este caso ponte de perfil a una pared y lanza el balón contra esta girando el torso. El balón debe comenzar en un lado de tu cuerpo a la altura de la cadera y debe terminar siendo lanzado al lado contrario a la altura de tu pecho. También es importante acompañar la recepción del balón con el giro para amortiguar el balón y volver a comenzar el movimiento.
- Slam Ball
Para este ejercicio piensa que tienes en tus brazos un hacha y vas a cortar un tronco situado justo delante.
Simplemente sujeta el balón por encima de la cabeza y lánzalo contra el suelo justo entre tus piernas. El esfuerzo para lanzar el balón debe hacerse con el abdomen y los brazos principalmente. Recoge el balón haciendo una sentadilla y llévalo hasta encima de tu cabeza para comenzar el movimiento nuevamente.
- Planchas inestables
Apoya las manos sobre el balón con los brazos extendidos. Estira las piernas y equilibra las manos en la pelota. Quédate en esa posición durante 30 segundos, aumentando la intensidad hasta 60 segundos contrayendo el abdomen.
Estos ejercicios también sirven para trabajar tu propiocepción, la cual es una de las formas más efectivas para evitar posibles lesiones ya que actúa como mecanismo de defensa ante movimientos que puedan lesionar una articulación.
Es decir, entrenar las situaciones que puedan conducir una mayor exigencia muscular para que, cuando te sucedan en cualquier otro ejercicio físico o deporte, elabores una respuesta adecuada sin ningún movimiento exagerado que pueda dañar más que la propia torsión, golpe o vibración.
Para explicarte mejor imagina que vas corriendo y metes el pie en un hueco. Hay un “mal paso” que recae lateral o frontalmente en el tobillo. Si tus ligamentos están fuertes no habrán sido afectados fatalmente y tu cuerpo (a través de la información propioceptiva entrenada en el tobillo) responde adecuadamente equilibrando todo tu peso y posicionándote para no lastimar la articulación. Tú no te das cuenta pero se ha llevado a cabo una respuesta nerviosa rápida y correcta. Por ello puedes seguir corriendo sin molestias, ni en ligamentos ni en músculos.
Estos y muchos más ejercicios los puedes llevar a cabo con estos tipos de balones.
Alcanzar tus objetivos será más fácil si conoces con qué y para qué entrenas. Tus implementos son parte fundamental del entrenamiento, así que la próxima vez que estés en tu box o gimnasio, asegúrate de estar usando correctamente el balón con el que entrenes.
¡Equípate bien!